lunes, 22 de diciembre de 2008

Aprende a valorar lo que realmente tienes

(Artículo basado en uno antiguo de la versión v1 de este blog)

Hoy en día es muy frecuente quejarse de lo que no se tiene, sin valorar lo que realmente se tiene. Esto abunda sobretodo en la juventud de hoy en día, y con esa "tribu urbana" que se hacen llamar "emos" se está extendiendo cada vez más, pero ya hablaré sobre tribus urbanas en otro tema más adelante.

El caso es que, la mayoría de personas que se quejan de su supuesta "mierda de vida", tienen todo lo que podrían desear. Es muy fácil quejarse y decir "qué asco de vida" cuando cualquier cosa sale mal, pero es muy difícil darse cuenta y valorar lo que realmente se tiene.

Atended bien a las siguientes líneas:

  • Mientras tú te aburres con tu videoconsola o tu teléfono móvil porque siempre tienes los mismos juegos, música, fotos, etc, hay quien no tiene videoconsola ni teléfono móvil donde meterle esas cosas.
  • Mientras tú te quejas de tus amigos o tu pareja por lo que sea, hay quien no tiene amigos ni pareja.
  • Mientras tú te quejas de cómo es tu casa, hay quien no tiene sitio donde vivir.
  • Mientras tú no sabes qué coger de la nevera para comer, hay quien no tiene nada para comer y se está muriendo de hambre.
  • Mientras tú te quejas de haber discutido con tus padres o lo que sea, hay quien no tiene padre o madre.
¿Todavía piensas que tu vida es una mierda?
Quizá tu vida no sea precisamente una maravilla, y haya muchas cosas que te gustaría tener o cambiar, pero viendo otras situaciones ajenas, nos podemos dar cuenta enseguida de que hay muchísimas personas en peor situación.

A esto no solemos prestarle mucha atención, porque creemos que suele tratarse de personas alejadas de nuestro entorno, o que simplemente no conocemos de nada, y pensamos que nadie cercano puede estar en situaciones así.
Pero lo cierto es que estas situaciones son vividas por mucha más gente de lo que parece, y a menudo en personas que conocemos bien. Pero no todo el mundo muestra su estado de ánimo de la misma forma, y no podemos juzgarlo sin saberlo bien.

Uno de esos días tratando de concienciar a un amigo que ya estaba pensando en ese "asco de vida", tras conseguirlo, él mismo sacó una frase que queda más que perfecta para resumir toda esta parrafada que he escrito:

No se trata de tener lo que quieres, sino de querer lo que tienes.