jueves, 20 de diciembre de 2012

La comunicación y sociabilidad de antes y de ahora

En esta nueva era tecnológica en cuanto a internet y comunicación se suelen valorar sólo los avances. Todo el mundo habla sobre la maravilla de poder enviar mensajes gratis y poder estar en contacto las 24 horas con todos sus seres queridos con sólo usar su «smartphone».
Pero, poneos a pensar en un par de cosas:

Intentad recordar cómo era la vida antes de todo este follón.
Pensad en lo que antes se llamaba «SMS» o «mensajes cortos» y pensad en aquellas épocas en las que los mandabais y recibíais de vez en cuando. No eran tantos ni tan a menudo, pero solían enviarse cuando de verdad hacía falta, no por cualquier chorrada. Y el móvil no sonaba cada minuto como ahora, pero cada vez que oías el tono de sms cogías el teléfono ilusionadamente (siempre que fuese un mensaje de alguien querido, y no de publicidad). Probablemente incluso os sabíais de memoria el contenido de la mayoría de SMS que teníais en la bandeja de entrada y los releíais de vez en cuando.

Con el correo electrónico y mensajes privados en foros respecto a las redes sociales ocurre algo similar.
Antes podías tardar varios días, semanas o incluso un mes o más en recibir respuesta o responder tú. Pero solían ser auténticas «parrafadas» llenas de cosas que contar y ponerse al día. Y sobretodo cuando veías entre los nuevos mensajes sin leer el nombre de algún ser querido de quien esperabas respuesta, la sensación de leer algo nuevo y largo de leer era algo realmente especial. Era lo más parecido a las antiguas cartas convencionales, y ahora esto también se está echando cada vez más a perder.

Ahora la comunicación en las redes sociales suele centrarse en comentarios o mensajes de apenas un par de líneas o menos, y de forma cada vez más espontánea y superficial. Incluso de forma cada vez menos directa, ya que la comunicación suele ser de forma pública o en grupos de "amigos", y cada vez se hace menos caso a la comunicación privada y directa.

Con la mensajería instantánea (Messenger, Gtalk, IRC, etc) podemos decir más de lo mismo, a pesar de ser algo parecido a las redes sociales.
Antes tal vez era más difícil coincidir con tus seres queridos y encontrarles conectados y disponibles. Pero cuando les veías ahí, estaban realmente ahí pendientes de la charla, ya que es un momento que dedicaban exclusivamente al ordenador y no te dejaban tan en segundo plano.

Ahora la gente suele hacer tropecientas cosas a la vez, y por lo tanto, es imposible hacerle el mismo caso a las conversaciones que tengas en el móvil. Y esto suele traer malos rollos por cosas absurdas, como tardar en responder un mensaje tras marcarse como que lo has leído, o no haber respondido nada mientras te ven tan activo en comentarios y publicaciones ajenas.



Y por último, tras pensar en todo el uso que le das a esa comunicación virtual, piensa en el tiempo que pasas con tus seres queridos cara a cara (sin contar la gente con quien vives).

Internet y las redes sociales tal vez te han acercado más a gente con quien antes no tenías apenas contacto, sí. Pero nos ha alejado mucho más de gente a quien antes veíamos mucho más a menudo cara a cara, sin pantallas ni micrófonos por medio. Hablamos con más gente y más tiempo, pero aparte de ser una comunicación más superficial y de peor calidad, es menos «real».

Además, gente que tal vez antes era muy sociable ha pasado a convertirse en zombies antisociales, mientras que quienes antes eran considerados como gente «antisocial» porque les costaba encontrar su lugar, ahora no encuentran su lugar ni en el «mundo real» ni en este «ciber-mundo».

Todo esto, unido a otras reflexiones sobre otros tipos de temas, me lleva a confirmar cada vez más esta conclusión:


A veces necesitamos que todo en la vida tenga un límite de tiempo, o incluso un precio, para que realmente lo disfrutemos.

Por ejemplo, si fuésemos todos inmortales seguramente también acabaríamos perdiendo el interés por nuestra vida, nuestros sueños, esfuerzos, etc (lo cual me recuerda sobretodo a las moralejas de una reciente ópera rock llamada ­«The Inmutant Opera»).