sábado, 9 de enero de 2010

¿Realmente son malos los extremos en la ética?

Alguna vez (o muchas veces) habremos oído eso de que los extremos nunca son buenos, ya sean para un lado u otro. Pero cuando se trata de ética y de ser buena persona, no creo que esos extremos sean del todo malos, pues gracias a muchos de esos extremistas que ven cosas que la gente común no ve, algunas cosas de la sociedad van avanzando a bien.

Echemos la vista al pasado. Si no fuese por algún extremista que viese la igualdad entre diferentes razas humanas, el mundo entero todavía seguiría siendo totalmente racista. También si no fuese por algún/a extremista que viese la igualdad entre ambos géneros, las mujeres todavía seguirían siendo tratadas como vulgares objetos. Y si no fuese por otros extremistas más que viesen injusta la esclavitud, todavía se permitiría tener esclavos como si fuese lo más normal del mundo.

Sí, todo esto que hoy en día vemos como algo mínimamente normal, en su día sólo algunos extremistas lo veían con esos ojos, y aunque aún en la actualidad siguen existiendo todas estas injusticias y discriminaciones, existen muchísimo menos y a la gente generalmente se les da la aceptación y los derechos que merecen.

¿Que a qué quiero llegar con todo esto?
Hoy en día todavía existe una gran discriminación mucho más extendida de lo que en su día fue el racismo o el sexismo, y desconocida por casi todo el mundo, ya que la gente no es consciente de ella al discriminar. Se trata del especismo, la discriminación entre diferentes especies, y más concretamente del ser humano hacia el resto de animales, a los cuales explotan, torturan y asesinan, ya sea para comida, pieles, o incluso por supuesto "entretenimiento".
En la actualidad, los veganos somos las únicas personas que vemos esta discriminación e intentamos hacer algo por la igualdad de todos los animales, y por ello somos considerados por el resto de la gente como extremistas y fanáticos, entre otras cosas.

¿Llegará el momento en que todo el mundo sea consciente del especismo y se consiga esa ansiada igualdad en todos los seres sintientes?
El mundo no dejará de ser especista de un día para otro, eso está claro. Pero sí podemos contribuir para estar cada vez más cerca de ello, y creo que poco a poco (muy poco a poco) lo estamos consiguiendo. Y si en un futuro conseguimos estar bien cerca de ello, al igual que pasó con las demás discriminaciones e injusticias, quienes hoy somos considerados como extremistas y fanáticos, en aquel entonces seremos considerados como quienes defendimos esa igualdad cuando todavía el mundo entero era especista.

La única diferencia es que las víctimas del especismo, al contrario que las del racismo o sexismo, no pueden defenderse por sí solas por el simple de no ser humanos y no poder comunicarse con palabras (aunque dudo que aunque así fuese se les hiciese caso). Así que somos nosotros, los humanos concienciados, quienes debemos defenderles y concienciar al resto de humanos a toda costa para poder lograr esa igualdad.

¿Eso es ser extremista y/o fanático?
Como dije al principio del artículo, en la ética no tienen por qué ser malos los extremos, porque gracias a esos extremos se consiguen esos grandes avances en la sociedad, igualdad, justicia, o como lo queráis llamar.